Por: Miguel Ángel Llana Rebelión Revisado por Caty R. Es sorprendente la preocupación que muestran los medios de comunicación, la gente, los amigos y todo el mundo por lo que pasa o deja de pasar en Cuba. Cualquier detalle adquiere vida propia y acaba en la primera plana de todos los periódicos y televisiones o en cualquier tertulia. No estamos hablando de EEUU ni de China o de la Unión Europea, no. No se trata de ningún país colosal por su población, extensión, riqueza o potencial económico; no hablamos de un estado que pueda romper el equilibrio mundial ni regional. Tampoco tiene yacimientos cuantiosos -de nada que valga la pena- que puedan satisfacer las necesidades crecientes e insaciables del mundo hegemónico Occidental que controla y domina el globo económica y militarmente. ¿Por qué entonces tanta preocupación? Cuba, para hacernos una idea de su potencial peligrosidad, con once millones de habitantes y 110.000 kilómetros cuadrados de superficie, es poco más grande que Portugal e
Pronto, claro, bien. En un momento de crisis informativa, debido a los intereses que inmovilizan a las agencias globales, intentaremos informar sin restricciones, expresarnos con claridad y que la información provista sea útil a nuestros abonados.