Londres Me duelen las muertes de Londres. Pero cada muerte humana me duele. ¿Acaso el poeta inglés John Donne no lo dijo?... "No preguntes por quién doblan las campanas... ¡doblan por tí!"... Sin embargo, con terrorífica pertinacia, después de las muertes se escuchan en Londres solamente frases como "No nos doblegarán"(Blair); "Heridos pero erguidos" (Los diarios)... ¿Es que no comprenden que la guerra desatada por ellos (ingleses y estadounidenses) ha traído sobre este país el terror? ¿No se dan cuenta que les está llegando ahora lo que ellos han derramado durante siglos sobre Asia, África y América Latina?... No precisamente amistad y compasión; lo que ellos han sembrado, desde la Guerra del Opio, hasta Iraq -pasando por La India, Vietnam, Corea y Afganistán-, es dolor, rencor, desolación. Millares de familias inocentes en Vietnam fueron quemadas vivas con napalm, ese horrendo invento norteamericano compuesto por fósforo con una sustancia que se pega al
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