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Mostrando las entradas de julio 17, 2005

Restablecer la Soberanía Alimentaria y la Justicia Social

Por: Jorge Eduardo Rulli * Editorial del Programa Horizonte Sur Sábado 23 de Julio - Radio Nacional Argentina Hemos leído en estos días, y en medio de los previsibles realineamientos preelectorales, algunas adhesiones al gobierno del doctor Kirchner que, entre otras razones sumamente válidas, se fundamentan en supuestos éxitos tales como que nuestra política exterior dejó de ser de relaciones carnales. Y al parecer es prueba de ello que la Argentina cambió el voto en el Comité de DDHH de las Naciones Unidas sobre Cuba. Bien, hay un sector superficialmente progresista que pareciera creer que todo lo atinente a Cuba corta aguas entre lo que es bueno y lo que no lo es. Que la Argentina haya cambiado su voto sobre Cuba en el Comité de DDHH de la ONU puede ser importante para nosotros quizá, al menos para nuestra dignidad como país supuestamente soberano, pero no lo es necesariamente ni mayormente para Cuba, luego de más de cuarenta años de Revolución, en que los cubanos no han dependido pr

País adentro:

Cuestiones con la tierra Dirigentes del MOCASE con su abogado, Luis Horacio Santucho. Por Mempo Giardinelli * En algunos viejos filmes de los años ’40 la cuestión de la tierra era objeto de conflictos, y prueba de ello son películas inolvidables como Viñas de ira (de John Ford, basada en la novela de John Steinbeck y con un inolvidable trabajo de Henry Fonda) o entre nosotros Prisioneros de la tierra, de Mario Soffici, o ya en los ’50 la memorable Las aguas bajan turbias, de Hugo del Carril. Aunque aquellas impactantes versiones del realismo social hoy deberían parecer remotas, el presente argentino parece empecinarse en mostrar que no hay tal superación. En diversas zonas del país están siendo frecuentes los conflictos vinculados con la posesión y propiedad de la tierra. Ya se han expuesto en la prensa nacional, reiteradamente, los intentos de desalojo a comunidades de campesinos en Santiago del Estero, en Tilcara (Jujuy) y más recientemente en la provincia de Córdoba. Y esta seman

Las doce líneas del editor

Naturaleza Al preguntársele qué aspiraba a que dijesen de él después de su muerte, Lincoln respondió: "Ojalá dijeran que al pasar por el jardín de mi prójimo y ver allí un cardo lo arrancaba para poner en su lugar una rosa". Ernesto Sábato, en cierto pasaje de su libro Sobre Héroes y Tumbas , critica un cielo. Bajo criterios plásticos rigurosos desecha su composición, tachándola de cursi. Observando estas dos afirmaciones de la soberbia humana tenemos alguna pista acerca de los grandes desatinos que han asolado a nuestra pobre Tierra desde que el homo sapiens la holló por primera vez. ¿Por qué habríamos de juzgar al cardo inferior a la rosa? ¿No son acaso ambos creación de Dios? De allí a determinar que los esquimales son inferiores a los normandos hay sólo una cuestión de proporciones. Pues, ¿no es acaso esta perniciosa tara de pretender dictaminar acerca de lo que es bueno o malo por nuestras pautas culturales o estéticas, lo que lleva por evolución lógica hacia la xenofobi

Irán en la mira de la voracidad de Estados Unidos

Por Marcelo Colussi* Foto: Agencia IRNA El modelo de sociedad que generó el desarrollo del capitalismo en Estados Unidos de América es voraz, alta e irresponsablemente voraz. Con una población que ronda los 300 millones (el 4.8 % de la población planetaria), esta sociedad consume aproximadamente el 25 % de la producción total del mundo. La idea que signa la dinámica cultural de toda esta construcción social es 'consumir'. Todo allí es un desenfrenado consumo, irracional, absurdo. El éxito, la felicidad, el bien supremo es el consumo. Su hambre de energía es igualmente insaciable; su principal fuente energética es el petróleo. Presentado reservas propias muy escasas y camino a su agotamiento, el país consume una cuarta parte del petróleo que actualmente se extrae en todo el planeta. En estos momentos Estados Unidos importa el 53 % de sus necesidades en este rubro esperándose que la cifra aumente al 68 % en el 2025, lo que significará elevar el consumo de crudo importado al dobl

Ser o no ser

Foto: Indymedia Argentina y Centro de Estudiantes de Arte Fotográfico de Avellaneda Por: Susana Merino * La Argentina se halla frente a uno de los desafíos más importantes de su historia. Nunca como ahora ha sido tan profundo su deterioro ni sus perspectivas tan oscuras. La sociedad como jamás antes ha tomado conciencia de hallarse definitivamente al borde de un abismo del que, de caer, le será imposible levantarse sin que transcurran no una sino varias generaciones. No se trata de una visión apocalíptica sino de una comprobación cotidiana que cada día nos acerca más aceleradamente hacia el “no ser”. “ No ser” un país soberano, “no ser” una sociedad medianamente organizada, “no ser” un estado digno del imprescindible respeto de sus ciudadanos ni de sus pares en el mundo, “no ser” una comunidad sólidamente edificada sobre tramas laborales, legales, económicas y sociales que le garanticen su estabilidad como nación. Cunden las amenazas de desmembrar nuestro territorio, de apropiarse de

Panorama desde el Norte: Vida cotidiana con sordera, perplejidad y miedo

Foto: Steve Simon Por Mempo Giardinelli * Los pocos argentinos que andan por aquí (esta página se escribe desde Vermont, Estados Unidos), no dejan de comentar el precioso espectáculo del Empire State iluminado con los colores de nuestra bandera celeste y blanca por tres noches seguidas. El simbólico edificio se mostró bellísimo ahora que, por primera vez, Nueva York celebró nuestra Independencia como lo hace con las de muchas otras comunidades de inmigrantes. Esto le apuntó, de paso, un poroto más a la austera pero eficaz gestión consular de Héctor Timerman. Pero lo más impactante que se aprecia aquí es la sordera del poder: esa especie de autismo fundamentalista en el que parece vivir la administración Bush, pero que, bien mirado, sólo encubre el ascenso y consolidación de un autoritarismo hasta ahora sin frenos. Éste me parece, hoy, el gran tema de este gran país: el enorme cambio que ha producido en esta sociedad el horror desatado por el terrorismo hace cuatro años, y que ahora, e