lunes, noviembre 06, 2006

La causa AMIA: una mezcla de política y derecho


Por Mohsen Baharvand (*)
Especial para APM

El encargado de negocios de Irán en Argentina da a conocer su opinión acerca de la investigación judicial sobre el atentado contra la mutual israelí AMIA, registrado en Buenos Aires en 1994.

Nuevas acusaciones en contra de Irán y sus funcionarios fueron presentadas por parte del fiscal argentino Alberto Nisman.
Los hombres de la política de la comunidad judía argentina, las embajadas de Estados Unidos e Israel, el ex juez Juan José Galeano y algunos otros que piden justicia por las víctimas de la voladura de la mutual israelita AMIA han pronunciado su satisfacción con la investigación.

Hay un sector de la opinión pública que no cree en la veracidad de éstas declaraciones. Nosotros condenamos y rechazamos éstas acusaciones. Ahora vamos a ser sinceros con nosotros mismos y pongamos este informe como una fuente para salvar a la opinión pública argentina y a los familiares de las víctimas de este callejón sin salida que representa este terrible hecho.

Permítanme poner este informe como la base de todas las discusiones y diferencias. El fiscal Nisman cree que su dictamen es nuevo y que ha comenzado un nuevo capítulo en las investigaciones. Lamentablemente algunos no gozan de una buena memoria y a través de esto surgen contradicciones.

A su vez el ex juez Galeano en una entrevista al diario La Nación dijo: el dictamen de Nisman tiene el mismo resultado inválido que las investigaciones llevadas a cabo durante el período que estaba a cargo de la causa.

Acá no hay necesidad de que expliquemos que esta investigación es la misma de antes y no hay nada nuevo. Lo que han agregado es acusar al Gobierno de Irán.

Aparentemente Galeano tendría mas conocimiento del derecho que Nisman porque al menos sabía que según una norma mínimamente clara, el derecho de ningún Gobierno está bajo la soberanía del otro para que puedan juzgarse mutuamente. Esta norma surge de la equidad de la soberanía.

Dejando este asunto, algunos creen que no existe un mal absoluto y en cada cosa mala se puede hallar puntos positivos en sí mismos. El dictamen de Nisman por más malo que sea, tendrá su punto positivo porque aclara algunas realidades. El es responsable de la investigación de ésta causa y hasta el día de hoy ha dicho las nuevas y últimas palabras. Ahora veamos las buenas partes de este dictamen.

El ha nombrado a varias nuevas personas. Anteriormente doce personas eran sospechadas. En esta investigación sólo hay dos nombres de los doce anteriores; entonces según éste resultado de la última investigación, diez de las doce personas eran inocentes. En aquel momento estas acusaciones se consideraban muy importantes.

Al mismo tiempo, el Gobierno de Irán había intentado en varias oportunidades explicar a las autoridades y al poder judicial argentino que estas personas eran inocentes, pero en ese entonces las autoridades de la colectividad judía, la embajada de Israel, el juez Galeano y algunas autoridades argentinas insistían en que el informe era correcto y que había suficiente evidencias.

El gobierno de éste país, por la misma época, había intentado varias veces que Interpol emitiera las órdenes de captura internacionales. Además, Argentina ha gastado excesiva energía para que el ex embajador de Irán quedara preso en una terrible cárcel de Inglaterra destinada a peligrosos criminales durante 24 días y tenía la esperanza de que fuera extraditado a la Argentina.

Si hubieran entregado al ex embajador de Irán, ¿qué iba a suceder? El fiscal no puede decir que no había opinado sobre estas doce personas porque sería incorrecto desde el punto de vista legal y también había acusado a dos personas del mismo grupo. Diez personas son inocentes. El resultado es que hasta ahora los derechos de estas personas fueron violados. Según el derecho internacional la responsabilidad cae sobre el que violó o viola los derechos humanos. Por lo tanto, el responsable tiene que compensar y antes de hacer algo debe excusarse con las personas acusadas.

A su vez Nisman ha dicho que la decisión del atentado fue tomada por las autoridades iraníes en el año 1993. De acuerdo a esto la voladura de la embajada de Israel ocurrida en 1992 no estaría relacionada con la decisión del año 1993. Quizas tengamos que inventar otros nombres libaneses para éste atentado y encontremos a través de la prensa una de las reuniones de una organización del gobierno de Irán cercana a la misma fecha para decir que este acto fue hecho por Irán y el grupo libanés Hezbolla.

Hasta ahora se puede decir que Nisman ha ayudado para que este complejo expediente sea más simple. Estas opiniones tienen que convertirse en una decisión judicial, y el juez Canicoba Corral no obstante, anular la investigación anterior, cancelar todas las órdenes de captura de los iraníes y aceptar la devolución de los exhortos. No creo que estos reclamos sean irracionales.

¿Por qué esta causa es tan compleja y nunca se esclarecerá? La base de estos problemas es que primero se define al responsable y después buscan las pruebas del crimen. En realidad este método ilegal es la base de los problemas entre la Argentina e Irán.

Hasta este momento el juez Canicoba Corral y algunas autoridades argentinas han expresado en varias oportunidades que Irán no ha colaborado con la investigación de la AMIA. El ex juez Galeano también dijo lo mismo. Nosotros hemos intentado decir que si desean la colaboración de Irán no tendrían que haberlo acusado y después pedirle la colaboración para juntar pruebas.

Nunca en ningún expediente judicial han actuado de esta forma. Ni siquiera sobre los delincuentes comunes se ha actuado así y menos sobre los gobiernos independientes. En el año 2003 yo como vicedirector del sector judicial de la Cancillería de Irán, con la presencia de Rafael Bielsa, el canciller de entonces, le pregunté a Galeano porque en los exhortos primero se había condenado a Irán y después pidieron colaboración de nuestro país. Galeano dijo “quizás hubo errores en la traducción”. Por supuesto que su respuesta no fue correcta y eso solamente representó una mera excusa. No había error en la traducción de los documentos y por lo tanto no podía justificar sus irregularidades. Cuando condenamos de antemano a alguien tratamos de justificar de cualquier manera nuestra opinión. Es muy simple extraer una reunión oficial del gobierno a través de Internet y sostenerla como la base principal de la acusación. Los miembros del Consejo de Seguridad de ningún país son secretos. En realidad no se ha descubierto nada.

El fiscal Nisman procura que la razón de los hechos presuntamente cometidos por Irán fueron por la ruptura de la colaboración tecnológica de los programas nucleares pacíficos de Irán. Tal vez él sabe que las negociaciones para llevar a cabo los acuerdos entre Argentina e Irán siguieron durante años y casualmente la ruptura total fue después del atentado. Si por ejemplo Estados Unidos e Israel hubiesen sido los autores del atentado podríamos suponer que su intención hubiese sido la ruptura del convenio nuclear y la destrucción de las relaciones entre Argentina e Irán. Pero éste método de acusaciones no es legal ni racional y nosotros no acusamos a nadie.

También antes de la voladura de AMIA hubo un ataque terrorista en el centro comercial de Nueva York y después de la AMIA las embajadas de Estados Unidos en Kenya y Tanzania fueron voladas. En aquella época Al Qaeda no era conocido pero posiblemente podría haber tenido relación con estos actos. Seguramente sin pruebas no se puede acusar a nadie pero es un presentimiento.

Volvamos a la causa de Argentina e Irán. Este dictamen del fiscal argentino seguramente complicará las relaciones de ambos países pero en mi opinión tal vez la ruptura de esta relación no será beneficioso para ninguno. Debemos evitar las decisiones sentimentales. Yo personalmente pienso que sería mejor que por lo menos existiera una relación aunque sea débil entre ambos para que se pudieran aclarar las incertidumbres de la causa. Nosotros estamos dispuestos como siempre para colaborar con el gobierno argentino. A su vez hemos dicho que nunca nos pondremos en el lugar del acusado.

Si el poder judicial argentino tiene la voluntad de aclarar sus incertidumbres sobre el papel de Irán en esta causa debe preparar sus reclamos según los estándares judiciales y entregarlo a Irán. El mejor método jurídico es que antes de cualquier acusación los documentos fueran entregados a los iraníes y solicitar la colaboración para dilucidar las dudas y así todo el mundo sabrá que los reclamos de las autoridades de mi país sobre la falsedad de las acusaciones están sostenidos sobre un basamento bien fuerte. Tal vez pueda pedir al juez Canicoba Corral que no confirme las órdenes de detención y así dirigir la causa en un rumbo de seguridad judicial.

Hay un dicho en nuestro idioma persa que dice en español lo siguiente: ”el sol nunca quedará cubierto por la nube”. Cuando el sol brille en los rincones oscuros de este expediente y emerja la luz de la verdad y las realidades sean visibles no serán pocos los que quedarán avergonzados ante el pueblo de Argentina e Irán. Hasta ese día...

(*) Mohsen Baharvand es encargado de negocios de la República Islámica de Irán en Argentina.

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