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Festejos del 195 aniversario de la Revolución de Mayo
En Santiago del Estero


Fue un día ideal, soleado y tranquilo. "Como si fuera una bendición de Dios", dijo el párroco de la Catedral Basílica, sede del tedéum en el que el presidente Néstor Kirchner y su comitiva asistieron a una homilía con marcado perfil conciliador del obispo Juan Carlos Maccarone.
La celebración del aniversario de la Revolución de Mayo y el festejo por el segundo aniversario de la gestión del Presidente tuvieron ayer un colorido excepcional por la multitudinaria presencia del público santiagueño y de las provincias vecinas.
Unos 300 piqueteros pertenecientes a los izquierdistas MST y "Polo Obrero" cortaron una de las avenidas por donde debía pasar el Presidente, luego del Tedéum. Fuera de causar incovenientes a los transeúntes y los alumnos que habían formado allí desde temprano, la interrupción no tuvo otras consecuencias.
Mientras tanto, más de 150.000 personas se habían derramado en el Parque Aguirre, pulmón verde de la ciudad, con gigantescos árboles y sitios para acampe, donde familias enteras esperaban los espectáculos haciendo asados en los numerosos "quinchos" gratuitos que este espacio posee y tomando mate.
Ante el escenario, se habían desplegado banderas de Cuba, Venezuela y la Argentina.
Kirchner anunció la realización de diversas obras, con una inversión superior a los 700 millones de pesos, y en todo momento se vivió un clima de convivencia política y de consenso.
El Presidente trazó un balance muy personal sobre los dos años de gestión: "Estoy dejando todo, con aciertos y errores", sostuvo.
Afirmó que le tocó asumir "en un momento muy duro, muy difícil" y destacó: "Miraba a los ojos de mis hermanos y hermanas y reflejaban el sentimiento de esperanza y sueño conjunto. Estoy dejando todo lo que tengo, con aciertos y con errores, por la Argentina", manifestó.

Pablo Milanés en Santiago del Estero - Foto: El Liberal

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